Pantone comenzó en 1956, imprimiendo guías de color para empresas de cosméticos. Usaban sesenta diferentes pigmentos y los mezclaban para encontrar los colores que necesitaban. En ese entonces, los colores no estaban estandarizados, así que los impresores tenían que adivinar para poder emparejarlos. El caso más famoso con diferencias de color era el de Kodak. Su packaging clásico de color amarillo/naranja tenía diferente color dependiendo del lugar de impresión, lo que originaba que los clientes optaran por no comprar rollos fotográficos que tuvieran un color un poco más oscuro, ya que pensaban que era falso o viejo. Kodak necesitaba poder usar un color estándar para poder tener consistencia en sus ventas. Y así comenzó la demanda por la estandarización en el uso de color para impresión.
Pantone fue fundada en 1962 por el químico Lawrence Herbert, para acabar con las pérdidas de una imprenta.2 Al comienzo, Pantone era un pequeño negocio que comerciaba tarjetas de colores para compañías de cosméticos. Herbert pronto adquiriría Pantone, creando el primer sistema de identificación cromática en 1963.3
El sistema se basa en una paleta o gama de colores, las Guías Pantone, de manera que muchas veces es posible obtener otros por mezclas de tintas predeterminadas que proporciona el fabricante. Por ejemplo, es un sistema muy empleado en la producción de pinturas de color por mezcla de tintes. Estas guías consisten en un gran número de pequeñas tarjetas (15×5 cm aproximadamente) de papel estucado o no estucado, sobre las que se ha impreso en un lado muestras de color, organizadas todas en un abanico de pequeñas dimensiones. Por ejemplo, una página concreta podría incluir una gama de amarillos variando en luminosidad del más claro al más oscuro. Las ediciones de las Guías Pantone se distribuyen anualmente debido a la degradación progresiva de la tinta.